Aunque ha adquirido popularidad en los últimos años, el mezcal no termina por convencer a muchos que, cuando se trata de llenar su caballito, prefieren hacerlo con tequila.
Y no es que uno sea mejor que el otro, simplemente poseen características diferentes y, hablando de mezcal, su origen está tan íntimamente ligado a nuestra tierra y es tan artesanal, que vale toda la pena que le des una oportunidad.
En el primer Día Nacional del Mezcal te contaremos qué es lo que no debes hacer cuando lo tomes para que te conviertas en todo un conocedor de esta ancestral bebida.
Los shots no van con el mezcal
En esto coincide con el tequila: nunca tomes un caballito de un sólo sorbo. Además de las posibles consecuencias que tu organismo pueda afrontar al día siguiente, se trata de disfrutar la bebida como se debe, de descubrir todos los sabores que ofrece.
La manera correcta de beberlo es en pequeños sorbos. Comienza inhalando su aroma, después llévalo a la boca con discreción y permite que permanezca ahí unos tres segundos.
Huir del mezcal porque es ahumado
Si bien el dejo ahumado es una cualidad distintiva del mezcal, no todos son excesivamente ahumados. De hecho, si alguna vez probaste alguno al que le sobrara este sabor, es porque su hechura en hornos bajo tierra no fue la correcta.
Una buena etiqueta tendrá un suave y agradable sabor ahumado, pero también notas minerales, de tierra mojada, agave cocido, incluso un poco de picante. Es un elixir multifacético, y no puede ser de otra manera, pues existen más de 30 tipos de agaves en México, la riqueza del terroir es inmesurable, lo que nos lleva al siguiente punto.
No conocer el tipo de mezcal que estás bebiendo
Mucho de los mitos del mezcal provienen de la falta de conocimiento sobre la riqueza de su origen. Éste se clasifica a partir del tipo de agave del que se obtiene, su proceso de elaboración y su añejamiento, estos tres factores son determinantes para definir el sabor de tu trago, de manera que su sabor no sólo se reduce al ahumado.
Creer que es mejor el mezcal con gusano
Si bien el gusano forma parte de la gastronomía prehispánica de nuestro país, su intenso sabor no es estrictamente necesario en un mezcal, ni mucho menos lo hace mejor. Algunos expertos incluso lo consideran antihigiénico y encubridor de un destilado mal hecho.
Hay todo un debate en torno a este ancestral elemento, su integración en en el mezcal puede gustarte o no, pero el tenerlo no convierte a la botella en un destilado superior.